El 80% de los hogares españoles necesita una rehabilitación energética, según datos del Centro Nacional de Energías Renovables (Cener). Incorporar un buen aislamiento o sistemas eficientes y renovables de climatización no debe verse como un gasto, sino como una inversión que colleva grandes beneficios ambientales, económicos y sociales. Este artículo señala siete buenas razones para hacer una rehabilitación energética en casa.
La pobreza energética afecta en España a unos cuatro millones de ciudadanos, según un informe de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA). Uno de los principales autores del estudio, Sergio Tirado, indica que este problema causa más de 2.000 muertes prematuras al año en España, y que si no se toman medidas, crecerá todavía más en los próximos años.
La rehabilitación energética de los edificios es una de las medidas que contribuiría a reducir este problema. Sin embargo, las personas que lo sufren son las que menos ingresos tienen y no pueden permitirse la inversión necesaria. Para ello, según los expertos de la ACA, habría que impulsar un programa de rehabilitación energética estatal, apoyado por las comunidades autónomas, que priorizaría a los hogares con pobreza energética. Según la ACA, rehabilitar los 2,1 millones de casas con dicho problema en España (dato de 2010) requeriría 2.150 millones de euros anuales. Según Tirado, "es probable que la única solución a largo plazo consista en lograr unas viviendas tan eficientes que hasta los hogares de rentas más bajas satisfagan su demanda de energía".
2. Ahorra dinero
La rehabilitación energética no es un gasto, sino una buena inversión. Siete de cada diez euros pagados en energía en el hogar se destinan a calefacción y refrigeración. La mayor parte se pierde porque mucha energía se escapa por defectos en la vivienda o ausencia de aislamiento. Así lo señala Alberto Coloma, gerente de la Fundación La Casa que ahorra, cuyo objetivo es reducir el consumo energético y el impacto ambiental de los edificios españoles. Según este experto, la mejor medida pasa por mejorar en la comunidad de vecinos el aislamiento de fachadas y tejados: "De forma colectiva no tiene por qué ser costoso. Notaremos los beneficios desde el mismo minuto tras la reforma y aumentará el valor de la vivienda".
3. Combate la contaminación y el cambio climático
La Unión Europea (UE) estima que la edificación supone el 40% del consumo energético de sus Estados miembros. La producción de energía se basa en el carbón o el petróleo, que generan dióxido de carbono (CO2), el principal gas implicado en el cambio climático, así como la emisión de diversas sustancias y gases nocivos para el medio ambiente y la salud. Otra parte de la electricidad proviene también de las centrales nucleares, cuyos residuos radiactivos o la posibilidad de un accidente pueden provocar un impacto ambiental grave.
La rehabilitación de las viviendas supondría un descenso del consumo energético y, por tanto, de sus consecuencias para el medio ambiente. En cuanto al cambio climático, la organización conservacionista WWF señalaba en un informe de 2012 que la rehabilitación energética profunda de 400.000 casas al año evitaría la emisión de ocho millones de toneladas de CO2.
4. Mejora el confort y la calidad de vida
Los resultados de una buena rehabilitación energética no solo los nota el bolsillo o el medio ambiente. Un buen aislamiento o un buen sistema de calefacción o refrigeración que mantenga la temperatura estable y adecuada durante todo el año mejora la calidad de vida de los habitantes de un hogar. Un excesivo frío o calor pueden acarrear diversas enfermedades, en especial a personas como ancianos o niños.
5. Revaloriza la vivienda
Tras una buena rehabilitación, una vivienda habrá elevado su eficiencia energética. Por tanto, su propietario podrá actualizar el certificado energético de la misma. Un edificio con una buena clasificación (la máxima es la categoría A) se vuelve más competitivo en el mercado de compraventa o alquiler. Los posibles compradores o arrendatarios sabrán que tiene un menor consumo de energía y unas mejores condiciones de confort que otros inmuebles con una clasificación más baja.
6. Contribuye a crear empleo verde
La rehabilitación energética implica a diversos colectivos laborales y su generalización, por tanto, impulsa el empleo. Según la ACA, rehabilitar los 2,1 millones de viviendas con pobreza energética en España (dato de 2010) generaría 35.500 puestos de trabajo estables de aquí a 2030. El informe de WWF es todavía más optimista, ya que estima 150.000 empleos sostenibles a largo plazo hasta 2020.
7. Ayuda a cumplir la normativa comunitaria
La UE es cada vez más exigente con los Estados miembros en cuestiones de eficiencia y ahorro energético, consciente de su impacto ambiental y económico. Entre las diversas normativas que afectan a las viviendas, el nuevo Código Técnico de la Edificación (CTE) propone que los edificios sean más eficientes energéticamente.
Fuente: Consumer
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