5 de febrero de 2014

Ahorro mediante eficiencia energética en el mantenimiento de edificios


El mantenimiento de los edificios por las comunidades de vecinos, es una responsabilidad que conlleva una serie de obligaciones, relacionadas con la garantía de la habitabilidad, la accesibilidad y la seguridad de las viviendas, y ahora también con la eficiencia energética de los hogares. El informe de Evaluación del Edificio analiza todos estos conceptos para las zonas comunes del edificio. Los presidentes y los administradores necesitan ser conscientes de esta necesidad de mantenimiento y la rehabilitación energética es hoy más que nunca, la asignatura pendiente. Los motivos son evidentes: necesidad de ahorrar en la factura del gas y de la luz, responsabilidad social de emitir menos CO2 a la atmósfera y beneficios de garantizar un confort y un ambiente saludable en el interior de las viviendas. 


Seguramente muchos edificios de viviendas en nuestro país necesiten obras de mantenimiento que tengan que ver son su estado de conservación y accesibilidad. Los presidentes y administradores de fincas, deben de saber, que cuando se acometen obras de este tipo, también tienen que considerar la mejora del aislamiento térmico y la eficiencia energética en los edificios. La mejora de la sostenibilidad edificatoria ya es una exigencia más, que habrá que incluir en el conjunto de actuaciones de mantenimiento de los edificios, por lo que una intervención en la cubierta o en la fachada para mejorar su estado de conservación, puede ser un buen motivo para mejorar, por ejemplo, su aislamiento térmico.
Todas aquellas viviendas construidas antes del año 80 no tienen, con toda seguridad, aislamiento térmico en sus fachadas. Esto se traduce en una pérdida de energía continua por los muros exteriores de las viviendas, que el usuario no puede apreciar directamente, pero que sí se refleja en las facturas de la energía que paga cada mes. Un edificio bien aislado evita que las familias pasen frío en el interior de sus casas, conserva la temperatura que se genera en su interior, y por lo tanto consume menos energía.

El IDAE publica una serie de Guias de divulgación de los edificios de la rehabilitación energética de edificios. Una de ellas trata la importancia de un buen aislamiento térmico. A continuación os hacemos un resumen que puede servir de guía para aquellas comunidades de propietarios que se decidan a llevar a cabo este tipo de obras, bien porque quieren mejorar su confort interior y ahorrar en sus facturas, o bien por exigencias de mantenimiento de edificios.
Guía práctica de la energía para la rehabilitación de edificios
Esta guía práctica de rehabilitación de edificios con aislamiento térmico, explica que incorporando aislamiento térmico en muros exteriores, cubiertas, suelos, tabiques y huecos se incrementará la resistencia de todos los elementos en contacto con el exterior al paso del calor.

Por ley, desde 2006, un edificio que tenga más de 1.000 m2 de superficie útil, en el que se lleven a cabo modificaciones, reformas o rehabilitaciones que abarquen más del 25% del total de cerramientos, tendrá que mejorar su aislamiento térmico.

Por otro lado, para aquellos edificios de más de 20 años o insuficientemente aislados es aconsejable llevar a cabo una rehabilitación térmica que incluya la mejora de su aislamiento térmico.

Un buen momento para llevar una mejora del aislamiento térmico es cuando se lleven actuaciones enfocadas a la mejora de los elementos del edificio en contacto con el exterior y aprovechando costes fijos de colocar andamios, utilizar mano de obra,… cuando se decida pintar la fachada, arreglar humedades, sustituir la impermeabilización de la cubierta, etc. Estas mejora de aislamiento térmico también se pueden considerar, a nivel individual de vivienda, cuando se lleven a cabo obras en casa: cambiar el pavimento de casa incorporando aislamiento térmico y acústico, o bien mejorar las paredes que separan las viviendas vecinas.

El aislamiento térmico se amortiza con el ahorro económico que proporciona, en consumo de energía. No se ve pero se nota. El IDAE estima plazos de 5 a 7 años de retorno de la inversión, y si se considera la larga vida útil del aislamiento, se conseguirán ahorros entre 8 y 9 veces el coste de la rehabilitación.

Los beneficios de rehabilitar mejorando el aislamiento térmico son: 
  • 1. Menor coste y máximo beneficio para el usuario/propietario del edificio.
  • 2. Reduce la factura energética.
  • 3. Mejora el confort y el bienestar del usuario de la vivienda.
  • 4. Disminuye las emisiones de CO2 de efecto invernadero, a la atmósfera.
  • 5. Elimina condensaciones y mejora también el aislamiento acústico.
  • 6. Añade valor al edificio. Aspecto importante en la venta y alquiler de viviendas y locales.
Las actuaciones más comunes son:
  • 1. Aislamiento de fachadas (muros y ventanas).
  • 2. Aislamiento de cubiertas.
  • 3. Aislamiento de suelos en contacto con terreno o el aire exterior, y techos bajo espacios habitados.
  • 4. Tabiques que separen viviendas vecinas o bien con las zonas comunes en los bloques de viviendas: escalera y ascensor.
  • 5. Aislamiento de las tuberías de las instalaciones térmicas.

Para llevar a cabo obras o actuaciones de este tipo, es necesario contactar con profesionales y técnicos especializados que puedan redactar un proyecto o memoria ténica, así como la dirección de la obra:

  • 1. Contacta con profesionales: arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero y /o empresa constructora especializada en rehabilitación energética. Su misión será la búsqueda de soluciones más adecuadas así como una estimación de ahorros y viabilidad de la inversión.
  • 2. Presencia de especialistas si lo requiere.
  • 3. Financiación y ayudas económicas.

Se puede acometer en cualquier tipo de edificio: vivienda unifamiliar aislada, adosada, edificios plurifamiliares como bloques de viviendas, locales comerciales, edificios terciarios como oficinas, colegios e institutos, centros sociales o residencias de ancianos, etc.

La intervención ser puede realizar desde el interior de la vivienda o bien el exterior. Ésta última interfiere menos en la vida cotidiana de los usuarios.

Es imprescindible un presupuesto previo y ajustado que permita evaluar el coste inicial y el retorno de la inversión. Para esto último resulta imprescindible una evaluación energética que permita calcular el ahorro conseguido al incorporar el nuevo aislamiento térmico, mediante el certificado energético.


No hay comentarios:

Publicar un comentario