19 de febrero de 2014

Canarias dice #NO a las prospecciones petrolíferas

Canarias es uno de los destinos turísticos más importantes del mundo, y recibe cada año más de 12 millones de visitantes que disfrutan de sus playas, de su naturaleza, de su clima, de sus paisajes, y de la cultura de sus hospitalarias gentes. He sabido que las perforaciones podrán tener lugar a más de 5.000 metros de profundidad por debajo de un fondo marino situado en aguas ultraprofundas, a más de 1.500 metros por debajo de la superficie del mar. 

Además, este fondo marino tiene una intensa actividad sísmica, incrementando el nivel de riesgo sobre unas islas donde el 100% del agua potable se extrae del mar. Una marea negra como la acontecida en el Golfo de México en 2010, sería catastrófica para millones de personas y para el futuro de este archipiélago. Y ninguna de las ocho islas Canarias estaría a salvo en caso de producirse un gran derrame en la zona.



Este archipiélago de 7.000 km2 alberga más de 19.000 especies de fauna y flora, de las cuales 5.000 son exclusivas del planeta y viven solo en estas islas; además, Canarias tiene cuatro parques nacionales, y más del 47% de su territorio está protegido por convenios y legislaciones de Naciones Unidas, de la Unión Europea y de España; sin embargo, las autoridades españolas y el consorcio petrolífero (REPSOL, RWE y WOODSIDE) defienden las explotaciones a pesar de estos valores ambientales y del criterio opuesto del Gobierno de Canarias y de los gobiernos de Lanzarote y Fuerteventura.

Universidades europeas, de EEUU, comités científicos de más de 100 países, UICN, organizaciones como Oceana, Greenpeace, WWF, Friends of Earth,Ben Magec/Ecologistas en Acción, SECAC, fundaciones culturales, artísticas, sociales, y cientos de miles de personas se oponen a este proyecto porque es incompatible con el cuidado del medio ambiente y con los modelos energéticos que deben impulsarse para cuidar nuestro planeta. 

Destacados operadores turísticos europeos han alertado también sobre las operaciones petrolíferas, al entender que amenazan seriamente el sector turístico, principal pilar económico de las Islas Canarias. Reducir los graves efectos del cambio climático es responsabilidad de todos los habitantes del planeta, y por ello es imprescindible, con ejemplos y hechos concretos, reducir el uso de las energías fósiles y sustituirlas por renovables, y Canarias tiene las condiciones climáticas perfectas para lograr este trascendente objetivo.

En consecuencia, es necesario, con carácter de urgencia, frenar definitivamente esta amenaza ambiental y para promover modelos energéticos que beneficien al interés general. Los proyectos de alto riesgo ambiental que solo benefician a las multinacionales del petróleo no tienen cabida en una sociedad libre, democrática y racional como la nuestra. 




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