17 de febrero de 2014

Como los nuevos contadores digitales favorecen a las eléctricas


Los más de 20 millones de contadores eléctricos residenciales instalados en España deberán cambiarse por ley. La orden regula que todos los contadores para suministros de hasta 15 kW deberán ser sustituidos antes del 31 de diciembre de 2018. Como es por normativa, el usuario no puede negarse, ya que en ese caso, la distribuidora dará dos avisos y procederá en el tercero al corte del suministro. Hay un plan de sustitución de contadores por etapas pero este calendario ha sido modificado ya varias veces. Por el momento se calcula que sólo se han sustituido el 20%, aunque según el último plan se pretendía llegar a alcanzar el 30% para diciembre de 2014.


Las compañías distribuidoras se encargan tanto de cambiarlos como de su financiación. España a estos efectos está dividida en dos zonas: zona Endesa y resto de distribuidoras. El contador de Endesa no es compatible con el resto porque ha adaptado el que tiene Enel (su matriz italiana) aprovechando su inversión en Italia, para utilizar la misma base de contador. Estos contadores han de cumplir unos parámetros oficiales estándares en todos ellos, pero las características técnicas pueden ser distintas y no tienen porque facilitar la información al consumidor (de hecho, no lo hacen).

El contador digital puede facilitar información de consumo y otros datos técnicos como parámetros de calidad de suministro en tiempo real, por ejemplo, el número de interrupciones y duración de las mismas, la tasa de distorsión armónica y otras muchas cosas que pueden afectar al suministro y que ahora mismo no se están midiendo. Sin embargo la única aplicación técnica que han incorporado a día de hoy, es la capacidad de cortar el suministro de forma remota. Esto se consigue sustituyendo el ICP actual por un relé electrónico interno en el nuevo contador digital que da la orden de que el cliente tiene una potencia contratada igual a cero y de esta forma se corta el suministro.
Entramos también en el tema de la privacidad. Los parámetros de interrogación al contador son libres y dependerán de la compañía eléctrica, es decir, que cada compañía decide cada cuanto tiempo pedir la transmisión de datos y puede interrogar al contador cada dos segundos o una vez al mes. Esto facilita conocer nuestras costumbres y a través de filtros establecer patrones informáticos que posibiliten la venta de información. Lo más importante de este tema es que el usuario no es informado y que esta información no está protegida de un modo específico, sino solo por la Ley General de Protección de Datos

¿Cuál es el precio del nuevo contador? El precio del alquiler del nuevo contador digital está regulado, y los precios se publican en el BOE (igual que el resto de contadores actuales) en 0,8 €/mes en el caso del suministro en monofásico, un precio ligeramente superior al que hay con el contador actual, que es de 0,5 €/mes. 

El contador en teoría se puede comprar, pero en la práctica es un procedimiento arduo y no parece que salga rentable adquirirlo. Existen tres fabricantes básicamente. Se venden a través de almacenes mayoristas y las comunidades autónomas cobran una tasa de verificación, de modo que tienes que encontrar un almacén mayorista que te venda un contador sin que tú seas un electricista, luego conseguir el sello de la comunidad autónoma y después tienes que llamar a la compañía distribuidora para que te lo coloque tras las comprobaciones oportunas. Y si es Endesa, ya sabes, más complicado, porque no hay este procedimiento; sólo puedes pasar por Endesa, comprarlo en Endesa al precio que Endesa establezca.

Pero en el caso de que sigas este procedimiento y el contador ya sea tuyo y no en alquiler, ¿qué hemos conseguido? Tenerlo en propiedad, pero seguimos en las mismas, el contador es el mismo, sigue teniendo programado de fábrica el protocolo maestro único /esclavo, no te da la información en tiempo real, con lo que no obtienes ninguna ventaja en el hecho de que sea tuyo, ni recibes más información, ni económicamente has ahorrado, pues seguramente te habrá salido más caro todo el procedimiento anteriormente descrito.
(Sobre este tema de contadores yo recomendaría no dejar de leer el blog de Antonio Moreno Alfaro, donde denuncia “la estafa en los contadores de la luz”)


Pero tenemos que pensar que el contador digital es el primer paso hacia la red inteligente; se trataría del primer eslabón hacia el ahorro y la eficiencia energética. Es imprescindible poder adaptar tu consumo a las condiciones de los recursos naturales, pero si no puedes ver tu consumo en tiempo real, no puedes adaptar tus hábitos. Por tanto, esto, que podría ser una excelente herramienta para lograrlo, no sólo no se ha aprovechado con este fin, utilizándolo como una opción más, sino que se ha impedido totalmente para este uso. El protocolo que se ha desarrollado en el PLC es maestro / esclavo, y permite un solo maestro, que sería el concentrador terciario de la compañía distribuidora. La razón esgrimida para que el usuario no tenga acceso a la información del contador digital en tiempo real, en teoría, se nos “ha vendido” como un asunto de privacidad para el usuario, evitando así que nadie pueda conectarse a nuestro contador y utilizar esta información, pero la “excusa” no resulta del todo convincente y la realidad es que no se ha tenido en cuenta al consumidor. El protocolo se ha hecho entre las compañías distribuidoras y los fabricantes de contadores y se han obviado las necesidades del consumidor. El contador digital tiene mil aplicaciones que podrían utilizarse si el usuario pudiera tener la información disponible, como por ejemplo la opción de acceder a un precio horario de la luz, transfiriendo a su contador la información del precio medio del mercado o el precio horario en tiempo real, así como la capacidad para gestionar su propia generación fotovoltaica de su tejado, cargar sus baterías, ……lo que sería la “smart grid”, pero todo depende de si se dispone de la información o no. El contador discrimina hasta nueve tarifas diferentes dentro de cada uno de los contratos, es decir, nueve franjas horarias.


Tal y como están las cosas planteadas actualmente, las ventajas del contador digital son fundamentalmente para las distribuidoras, puesto que les sale de éste modo más barato leer los contadores, ya que reducen empleo a la vez que reducen el impacto financiero, puesto que pueden leer a la vez millones de equipos, y acelerar así la facturación de los clientes y cobrar por tanto mucho antes. Financian el coste de inversión de los contadores, pero si los alquilan a los consumidores, la compañía irá cobrando mensualmente los 0,8 €/mes durante toda la vida útil del aparato, mientras el coste de los equipos irá reduciéndose (volumen de compra, amortización, etc.) También evita los fraudes porque este contador es menos manipulable, con lo que contribuye a reducir pérdidas económicas, pero sin embargo no hay ninguna intención de bajar la retribución a las distribuidoras, que como vemos si van a verse beneficiadas.

Desde luego, que tengamos un contador del Siglo XIX en pleno Siglo XXI no favorece el cambio de modelo energético. Los nuevos contadores digitales son sin lugar a dudas un avance, pero no podemos avanzar de cualquier manera. Conocer en tiempo real lo que estás consumiendo es fundamental para llevar a cabo una eficiente gestión energética y un cambio de hábitos de consumo que nos lleve a un mayor ahorro. La mejor energía es aquella que no se consume.


Si quieres saber más sobre los contadores digitales, imprescindible leer el artículo de Jorge Morales de Labra: “Pero ¡qué tontos son estos contadores inteligentes!”

Fuente: Ecoimpulso

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